martes, 18 de enero de 2011

Anti-heroe

Lo nuestro duro lo que duran dos peces de hielo en un wisky de on rocks; y el portazo sonó como un signo de interrogación, sospecho que así, se vengaba a través del olvido cupido de mi. Sacó del espejo su vivo retrato, y se arrancó la gran "S" de su pecho, porque ya no era ningún Super heroe, ya nadie le volvería a llamar. Y regresó a la maldición de los bares de copas, a las cenicientas de saldo y esquina, pagando las cuentas de gente sin alma que pierde la calma con la cocaina.
Y en vez de fingir o estrellarme una copa de pena, me dió por reir.
Ahora, que alguíen le vaya a socorrer del veneno de las calles, de las brujas de los callejones; yo me quedaré aqui.

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